Este año, a pesar de la persistencia de la COVID-19, la Semana Santa en la ciudad de Girona se ha podido celebrar con relativo esplendor, aunque con la participación sometida a la prudencia y a las recomendaciones y medidas sanitarias vigentes.
Fue suspendida la bendición multitudinaria del Domingo de Ramos en la plaza dels Apòstols de la Catedral, así como la procesión del Santo Entierro de Viernes Santo que circulaba por las principales vías de la ciudad, actos que siempre contaban con la representación de la Orden. Sin embargo, pudieron celebrarse solemnemente la Misa pontifical del Domingo de Ramos, la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, la Liturgia de la Pasión del Señor del Viernes Santo, la Vigilia Pascual del Sábado Santo y la Misa de Pascua del Domingo de Resurrección. Todas estas celebraciones tuvieron lugar en la Catedral, fueron presididas por el Sr. Obispo de la Diócesis, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francesc Pardo, y contaron con una represntación de la Delegación de la Orden en Girona.
Además, cabe destacar el emocionante acto de veneración de la Santa Cruz en la majestuosa escalinata de la Seo, al contemplar subiendo solemnemente por ellas al Santo Cristo acompañado por el redoble de los tambores de los Manaies, acto al que también asistió una representación de la Delegación.