La solemnidad de Corpus Christi, instituida por Urbano IV en 1264 y a la que muy pronto se asociaron magníficas procesiones que acompañaban al Santísimo Sacramento por las calles de pueblos y ciudades, es una de las festividades más entrañables del calendario litúrgico. Precisamente en 2020 se cumplieron 700 años de la primera procesión de Corpus en España (y la segunda del mundo) de la que existe constancia documental, que tuvo lugar en Barcelona, si bien el año pasado las celebraciones hubieron de resucirse al mínimo debido a la pandemia.
Este año la situación sanitaria ha permitido un mayor alcance en las distintas celebraciones de Corpus de la Lugartenencia en las que la Orden ha participado.
En Barcelona se ha celebrado, como es habitual, la Santa Misa en la plaza de la Catedral, seguida de una procesión (este año con un formato reducido) en la que han participado los tradicionales «gegants» y el águila de la ciudad.
Además, la Orden también ha participado corporativamente en las celebraciones de las catedrales de Tarragona, Girona y Alicante y en la Colegiata (ya Basílica Menor) de Calatayud, aunque en estos casos la procesión ha tenido que discurrir por el interior de los templos.
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