El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidió ayer por la tarde, una misa en honor de la Virgen de Palestina, patrona de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, organizada por su sección Reino de Valencia.
En la celebración, que tuvo lugar en la capilla del Palacio Arzobispal, participó el obispo auxilar de Valencia monseñor Javier Salinas, actual prior de la orden en su sección Reino de Valencia; su presidente, Jorge Sardá Gascón; el Lugarteniente en España de la zona oriental a la que pertenece la orden en Valencia, Juan Carlos de Balle Comas, así como los Caballeros y Damas de la orden en Valencia y representantes de distintas órdenes presentes en la diócesis.
Así, tomaron parte, la Real Maestranza de Caballería de Valencia, la Real Hermandad del Santo Cáliz, el Insigne Capítul de Cavallers del Centenar de la Ploma, de la Orden Constantiniana y del Capítulo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer.
La advocación de Nuestra Señora de Palestina se convirtió en patrona de la Orden a través de un “breve de 16 de enero de 1994 realizado a petición del Cardenal Caprio, Gran maestre de la Orden, por el cual se confirmó a la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Palestina, como Patrona de nuestra Orden y desde entonces, celebramos anualmente su fiesta”, según informan desde la entidad en Valencia.
Orden Ecuestre del Santo Sepulcro
La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén fue creada por Godofredo de Bouillon tras conquistar Jerusalén en 1099 durante la Primera Cruzada para la defensa de los Santos Lugares.
En la actualidad, la Orden desarrolla su fin espiritual y el social, “ayudando a las instituciones caritativas y sociales de la Iglesia Católica en Tierra Santa y particularmente las del Patriarcado latino de Jerusalén”. Asimismo tiene un fin asistencial, “defendiendo la fe cristiana en Tierra Santa y en la conservación de los Santos Lugares”. La Orden mantiene en la actualidad 70 parroquias y cerca de 50 colegios atendiendo a cerca de 30.000 estudiantes.
De igual forma, “impulsa la vida espiritual de sus miembros y presta ayuda para el mantenimiento de los Santos Lugares” a través de proyectos de desarrollo a los que destina aportaciones de donativos y recaudaciones de cenas benéficas y cuotas mensuales.
Así, como “compromiso principal y permanente” dirigido al servicio del Patriarcado Latino de Jerusalén, la Orden está a disposición de las comunidades cristianas en Tierra Santa para sostener y ayudar a las instituciones de la Iglesia Católica en aquellos territorios, dotando económicamente al Patriarcado con un fondo para sufragar las necesidades más urgentes.
La Orden del Santo Sepulcro sostiene el Seminario Patriarcal en Jerusalén, con más de 140 seminaristas, y mantiene más de 100 centros sanitarios -entre ellos 11 hospitales-, 9 hogares para ancianos e inválidos, 11 orfanatos y guarderías y 4 centros de educación especial, 2 centros de acogida para niños discapacitados graves (judíos, musulmanes y cristianos), escuelas de formación profesional, granjas agrícolas y pequeños centros industriales que permiten mejorar el nivel de vida de sus habitantes, que en la mayoría de los casos no son cristianos.